La pesadilla de un psicópata narcisista es que lo descubras y además lo cuentes

Cuando al fin ya sabes que es un perverso y se lo haces saber, ya no puede controlarte más.

Además es absolutamente necesario que lo cuentes a la mayor cantidad de gente:

familia, hijos, hermanos, padres y amigos.

La máscara impostora ahora se le cayó.

Ahí va emprender la retirada.

Ya no le “sirves” pues lo descubriste.

Sale inmediatamente a la caza de otra presa… otra víctima.

Así es su ciclo de vida decadente,

Pues su final es el de terminar solo.

Al envejecer se les dificulta conquistar.

Su encanto se va diluyendo.

Les es difícil seducir…

armar más mentiras lleva trabajo y ya no tiene la misma vitalidad que a los veinte.

Eso los desespera, y si encima se hizo público quien es, muchas de sus posibles víctimas estarán alertadas, lo cual le demandará un gasto terrible de energía para que alguna caiga en su mentirosa trampa.

Liliana Velizan – Especialista en atención a víctimas

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