Seguiste tu intuición y el cielo se cayó. De algo estabas segura… debías apartar su vida definitivamente de la tuya.
Se la habías dado y no supo, no quiso o tal vez no le importó cuidarla. Ahora la querías entera. Era importante empezar de nuevo.
Necesitabas también tiempo.Entender. Pensar. Te había provocado una herida de muerte al alma… al corazón. Debiste alejarte el tiempo suficiente… y lo hiciste contra tu propia voluntad.
Lo amabas. Alejarte te hizo dar cuenta que era más fácil olvidar lo que alguna vez habías tenido. Podías vivir sin él. Correrte no fue algo fácil. La distancia y dejar pasar el tiempo te trajeron oleadas de interminable dolor, pero también te dieron alas para volar de nuevo.
Podías vivir sin él,Ya lo sabés. Llegaste a lo que jamás hubieses imaginado o querido. Olvidaste…Y para siempre.